La lista de resoluciones de nuevo año no te va a funcionar
Soy muy directa en mi enfoque y hoy no será la excepción. Si estás pensando en tus resoluciones de Año Nuevo para este 2024, tengo un consejo para ti: no lo hagas. Al menos, no aún.
Permíteme explicarte por qué tus resoluciones de Año Nuevo probablemente no funcionarán y qué puedes hacer en su lugar.
La Realidad de las Resoluciones de Año Nuevo -
Piensa en todas las veces que has establecido resoluciones de Año Nuevo. ¿Cuántas de esas has cumplido realmente? Si eres como la mayoría de las personas, probablemente no muchas. La mayoría de nosotros comenzamos el año con un gran entusiasmo, pero para febrero, ese impulso se ha desvanecido.
Por Qué Fracasan las Resoluciones -
La razón principal del fracaso de las resoluciones de Año Nuevo es sencilla: enero no es el mejor mes para iniciar grandes cambios. Después de las vacaciones y los feriados, volver a la rutina diaria ya es un desafío. Añadir a esto la presión de adoptar nuevos hábitos o cambios significativos es pedir demasiado.
Es común comenzar el año con una actitud positiva y una lista de objetivos ambiciosos. Sin embargo, el positivismo por sí solo no es suficiente para instaurar cambios duraderos. La creación de un nuevo hábito requiere tiempo, esfuerzo y, lo más importante, una estrategia realista. Intentar adoptar múltiples hábitos nuevos simultáneamente es una receta para el fracaso.
Entonces, ¿qué deberías hacer? Usa enero para reajustarte a tu rutina habitual. Dedica este mes a reflexionar sobre tu vida actual: ¿Qué está funcionando para ti y qué no? Este periodo de introspección te preparará mejor para los cambios que deseas implementar. Una vez que te hayas reajustado y tengas una idea clara de lo que quieres cambiar, febrero puede ser un momento excelente para empezar. Para entonces, estarás más asentado/a en tu rutina y tendrás una mejor oportunidad de abordar tus objetivos con un plan claro y factible.
Recuerda esto: el verdadero cambio ocurre cuando la incomodidad de no cambiar supera tus ganas de mantener el status quo. Si esta condición no se cumple, es poco probable que se logren cambios significativos.
Este enero, en lugar de presionarte con una lista de resoluciones, enfócate en volver a tu rutina y encontrar tu equilibrio. Una vez que estés listo/a, podrás abordar tus metas con un enfoque más claro y efectivo.
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